Fuimos pioneros en agricultura y alimentación ecológica en Cataluña y España allá por el año 1978. Pero la historia de Cal Valls realmente comienza mucho antes. Se remonta a nuestro abuelo Manuel Valls Sanfeliu, un naturista convencido de la influencia directa de una alimentación sana en la salud de les persones. Esta es la filosofía de vida que hemos heredado, en la que continuamos creyendo y que ha sido la semilla sobre la cual nacimos como empresa.
El abuelo, Manuel Valls Sanfeliu, nacido en 1922 en Vilanova de Bellpuig, descubre desde muy joven en el vegetarianismo una forma de combatir los problemas de salud que padecía. Una vez recuperado, comienza a interesarse más a fondo por la filosofía naturista y la alimentación sana y lo transmite a su entorno familiar.
Nuestro padre, Manuel Valls Felip, nacido en 1945, es quien de pequeño cuidaba el huerto de casa y va a continuar más adelante cultivando las pocas tierras de la familia. A finales de los años 70, oponiéndose al uso creciente de fertilizantes, herbicidas e insecticidas y fiel a las enseñanzas de su padre, viaja a Francia para aprender de primera mano las técnicas de la denominada Agriculture Biologique, que acabaría aplicando a sus propias tierras. Una agricultura que más tarde sería la agricultura ecológica certificada, tal como la conocemos actualmente.
Convertir nuestros fruteros a ecológicos era complicado así que optamos por cultivar hortalizas. Dado que en los años 80 el consumo de alimentos ecológicos era muy bajo y que la climatología extrema de la Plana de Lleida no permitía una producción durante todo el año, reorientamos el producto fresco hacia la elaboración de conservas. Ya teníamos una cierta experiencia con las que hacíamos para autoconsumo, como muchas otras casas de pagès.
Nos modernizamos y tuvimos que adaptar las instalaciones para esta nueva etapa, manteniendo siempre el espíritu de producto artesano que caracteriza, todavía hoy en día, a nuestras conservas.
El 1989, nuestro padre recibió el registro ecológico nº1 de toda España como agricultor y Cal Valls el nº2 como empresa, cuando se aprobó el primer Reglamento de la Denominación Genérica “Agricultura Ecológica” y su Consejo Regulador. Unos años después, se transfirieron las competencias a los gobiernos autonómicos; en el caso de Cataluña, al CCPAE (Consell Català de Producció Agrària i Ecològica).
En los años 90, comenzamos a incorporar las técnicas de la agricultura biodinámica a nuestros campos y obtuvimos el sello internacional Demeter, la certificación que avala este tipo de agricultura, los productos procedentes de estos cultivos y la elaboración.
En aquella época, comenzamos a exportar a Alemania, donde la biodinámica era reconocida, y después a otros países dentro y fuera de la UE como Francia o Estados Unidos.
A principios del 2000, los tres hijos de Manuel y Rosa (Dani, Rubén y Maria) nos incorporamos al proyecto Cal Valls. Comenzamos a centrarnos en diversificar la producción y le dimos un impulso a la comercialización, tanto a escala local como en el extranjero.
Somos más de 50 personas las que actualmente conforman el valor más importante de esta casa, repartidas entre la oficina, el almacén, la logística, la elaboración y les que trabajan en les más de 70 ha de cultivos ecológicos y biodinámicos actuales.
Gracias a todas ellas, podemos continuar promoviendo los hábitos de alimentación saludable que heredamos del abuelo Manuel, a partir de este proyecto familiar denominado Cal Valls.
Foto actual de Manuel Valls junto a uno de sus nietos en una de las fincas de agricultura biodinámica en La Plana de Urgel.